miércoles, 13 de mayo de 2009

De Columna de la desaparición...De Jorge Mario Mejía Toro...

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Desapareció: así se decía antes. Se hablaba de niños, de ancianos, o de quienes "padecen perturbaciones mentales". Salían de su casa y olvidaban el camino de regreso. También podía tratarse de hombres o de mujeres, dejando todo atrás huían con un nuevo amor, enajenados por el espejismo del recomienzo, el retorno a la desnudez del origen.
La desgracia, claro, no se descartaba. Pero ella era aún tímida, avergonzada casi de ser la redundancia del destino de la desposesión, o la cómplice fatal de los administradores de la pobreza (esos que fabrican la ironía de tener que vender el reloj ajeno -por el cual se paga menos- en lugar del revólver propio)...
Tomado de: La Paz Sucia de Jorge Mario Mejía Toro y dedicado a José Gabriel desaparecido en febrero de 1986.

2 comentarios:

Unknown dijo...

Buenas noches, yo era estudiante de la udea de odontologia, y recuerdo los volantes con la fotografia de èl, me impacto porque mi padre era de apellido mejia toro, y tenia un hermano llamado Gabriel Mejía toro, y yo recibí llamadas en ese entonces donde preguntaban por gabriel mejia toro, solo respondia que era un tio y creo que ya habia muerto, pero en este momento, me pregunto si las llamadas venian de los victimarios

Anónimo dijo...

hola, soy claudia puilar mejia ossa, estudiante de historia de la udea