lunes, 21 de julio de 2008

De Al límite de la fe de Vidjadhar Surajprasad Naipaul

"En sus orígenes, el islam es una religión árabe. Cualquiera no árabe que sea musulmán es un converso. El islam no es simplemente una cuestión de conciencia o de creencias, pues tiene exigencias imperiales. La visión del mundo del converso cambia. Sus lugares sagrados están en tierras árabes; su lengua sagrada es el árabe. También cambia la idea de la historia para el converso. Rechaza la suya y, lo quiera o no, pasa a formar parte de la historia árabe. Tiene que desvincularse de todo lo suyo. Las sociedades experimentan una tremenda alteración, que puede seguir sin resolverse incluso al cabo de mil años: la desvinculación tiene que renovarse una y otra vez. Las personas construyen fantasías sobre quiénes y qué son, y en el islam de los países conversos existe un elemento de neurosis y nihilismo. Estos países pueden entrar en ebullición fácilmente".

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