lunes, 25 de octubre de 2010

De Meroe de Olivier Rolin...

"somos como cofres repletos de palabras desconocidas de las que sacan unas cuantas; juguetean con ellas como unas piedras preciosas y luego, acto seguido, un abundante escupitajo en el polvo (que es, aquí, el punto final de todos los menudos acontecimientos de la vida) nos arroja al pasado, nos devuelve a nuestras actividades, o, más bien, a la inactividad paseante y conversadora que constituye uno de los encantos de este país, sólo somos ya una mera historia que narrar, una leyenda más entre los millones de leyendas en que desemboca el flujo de la humanidad. Y, en consecuencia, nadie espera ni teme nada de nosotros, ni nos admiran ni nos odian, no somos sino una compañía ocasional para el memorable ejercicio de la palabra. Y esto, si no cura las angustias, sí aplaca muchas de ellas."

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