"No es necesario que salgas de la casa. Quédate a tu mesa y escucha. Ni siquiera escuches, espera solamente. Ni siquiera esperes, permanece completamente solo y en silencio. El mundo se te ofrecerá para el desenmascaramiento, otra cosa no puede, extático serpenteará ante ti.
Deserté. Luego me atemoricé, volví corriendo y dije al primer guardián: "Pasé a la carrera por aquí mientras estabas vuelto". El guardián miraba en silencio ante sí. "Claro que no hubiera debido hacerlo", dije. El guardián seguía callado. "¿Indica tu silencio el permiso para pasar?"...
Apenas una palabra. Apenas una súplica. Apenas un movimiento del aire. Apenas una prueba de que aún vives y esperas. No, ninguna súplica, apenas un aliento, ningún aliento, apenas una disponibilidad, niguna disponibilidad, apenas un pensamiento,ningún pensamiento, apenas el impasible dormir".
Franz Kafka
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